EL PODER DE ELEGIR
©Giuseppe Isgró C.
-Siente el
poder para elegir dentro de ti y úsalo acertadamente
de acuerdo
al esquema cósmico y a tu propia realidad-.
Giuseppe
Isgró Cattafi
Posees un gran poder dentro de ti: es el poder de elección y
la libertad de pedir a la vida lo que requieres para su realización.
Ejerciendo el poder de la elección del cual estás investido
por el Supremo Hacedor, tomas, en las propias manos, las riendas de tu vida y
le imprimes el rumbo deseado.
Eres el resultado de tus elecciones del pasado. Serás lo que
eliges ser en el presente.
Del esfuerzo y entusiasmo que despliegues en su consecución,
dependen los resultados que obtienes.
Una vez efectuada la elección, todo tu mundo se desarrolla a
su alrededor, como un eje que busca su punto de equilibrio en el universo de tu
vida.
Imantas hacia ti los elementos necesarios que han de conformar
tu realidad y el éxito equivalente al nivel, calidad e índole de tu elección y
pedido a la vida.
La Ley Cósmica, dice: -Según eliges, pide y das, recibes-.
En el acto de elegir existe un poder creativo que se plasma al
formular el pedido, como un decreto, de lo que tú aspiras realizar; mientras
que al dar, -una forma de pagar el precio, se abre la puerta por la cual, al
mismo tiempo, se recibe el salario cósmico y la compensación equivalente.
Abre el camino adecuado. Recorre una sola ruta a la vez. Al
final, siempre está tu meta esperándote.
Edmund Burke, dijo: -“Un camino de mil kilómetros comienza
dando el primer paso”-. A su vez, Alexis Carrel, -profundo pensador francés,
del siglo XX-, acertadamente refirió: -“El porvenir pertenece a los que lo
consagran todo por un ideal”-.
Cada paso que das, dalo únicamente en dirección de tu meta.
Con cada elección pagas un costo de oportunidad. Por cuanto,
al decidirte por un objetivo, estás dejando de lado otros entre los cuales
también podías elegir.
Desarrolla tus habilidades para decidir acertadamente,
eligiendo cursos de acciones que mejor aporten el mayor grado de certidumbre en
cuanto a los resultados apetecidos y al más bajo costo de oportunidad.
CÓMO ELEGIR CON EFECTIVIDAD
Al percibir un requerimiento de cambio que aporte un avance
más allá de la posición actual, en tu vida, empieza el proceso de la toma de
decisión, el cual concluye con la elección del mejor curso de acción que lo
satisfaga y su puesta en práctica.
Elegir, constituye, siempre, la selección de la mejor
alternativa, como etapa fundamental del proceso decisorio.
La vida presenta tres clases de situaciones claramente
identificadas, las cuales es necesario determinar para hacer más efectiva la
elección.
En primer lugar se enfrentan situaciones en condiciones de
certeza, donde tanto el curso de acción como el resultado, son conocidos. Los
cursos de acciones pueden ser numerosos, pero cada uno sólo puede proporcionar
un resultado. El secreto consiste en seleccionar el curso de acción que
maximice el resultado.
En segundo lugar, la elección toca tomarla en condiciones de
riesgo, donde cada curso de acción presenta varios resultados probables con
factibilidad relativa. La clave consiste en tener presente el valor esperado en
la toma de decisión, haciéndose cargo probable, en caso de efectos negativos,
si sus consecuencias son controlables.
Las preguntas claves que es preciso formularse, son:
1. -Si adopto esta decisión, ¿qué es lo mejor que puede
pasar?-
2. -¿Me satisface?-
3. -Y, ¿qué es lo peor que puede ocurrir?-
4. –¿Puedo controlarlo?-
Si lo mejor que puede pasar te satisface, y lo peor, estaría
bajo tu control, entonces, toma la decisión.
Elige siempre el curso de acción que maximice o minimice el
valor esperado del resultado, por ejemplo: el mejor logro o el menor riesgo, o
ambos, simultáneamente.
Le siguen las decisiones en condiciones de incertidumbre, las
cuales, en lo posible, se recomienda evitar. En este caso, cada curso de acción
ofrece múltiples resultados inciertos, disponiéndose de escasa y poco confiable
información, para hacer proyecciones futuras certeras.
Estas decisiones deben ser adoptadas solamente cuando se haya
estructurado una sólida base económica, o de otra índole, que permita asumir
las eventuales consecuencias sin producir desequilibrios graves e
incontrolables.
EL PROCESO PARA ELEGIR
Optimiza tus habilidades para tomar decisiones efectivas,
acertadamente, aplicando los siguientes pasos:
1. DEFINIR EL OBJETIVO QUE DEBE SER
ALCANZADO
Tan pronto percibas la necesidad de cambio, identifica,
-definiéndolo y enunciándolo por escrito- el objetivo que, resolviendo la
situación, restablezca el equilibrio original, o que, una vez realizado,
implique un avance más allá de donde, ahora, te encuentras.
Los resultados ideales que deben ser alcanzados, al ser
comparados con la situación actual, determinan la diferencia que constituye el
objetivo de la elección.
2. ANALIZAR, Y DISTRIBUIR, EL OBJETIVO, EN
ETAPAS CON CLARO ORDEN PRIORITARIO
Analiza las posibles causas que originan la insatisfacción y
qué resultados reestablecerían el equilibrio o generarían el cambio deseado.
Usa las preguntas:
• -¿Qué debo lograr?
• -¿Cómo?
• -¿Dónde?
• ¿Cuándo?
• -¿En cuántas etapas puedo dividir la realización del
objetivo?
• -¿Qué prioridad asignaré a cada una?
• -¿Por qué?
3. BUSCAR ALTERNATIVAS O PROBABLES
SOLUCIONES
En esta fase, se exploran todos los cursos de acciones que
constituyen alternativas o probables soluciones, evitando críticas, para
facilitar el proceso creativo.
4. EVALUAR LAS ALTERNATIVAS Y SELECCIONAR
LA MEJOR
Después de evaluar todas las alternativas posibles se
selecciona la que mejor optimice, o minimice, los resultados esperados de la
elección.
5. EJECUCIÓN
Tomada la decisión, con voluntad férrea y plena confianza en
la obtención de los resultados, se emprende la acción correspondiente, hasta
alcanzarlos. La Ley cósmica de la atracción, expresa: -Una mente decidida, con
acción constante, siempre imanta resultados-.
6. CONTROL
Se controlan los resultados para retroalimentar cualquier
eventual desviación, reiniciando el proceso decisorio, el cual culmina con una
nueva elección.
PSICO-PROGRAMACIÓN:
Afirma, antes de tomar una decisión:
Entro en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar
acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad. (Tres
veces).
Ahora me encuentro, ya, en el nivel de mi mente psiconsciente
idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con
efectividad. (Una vez).
Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo
para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad
durante treinta y cinco minutos para analizar el caso: (mencionarlo) y decidir
la solución más conveniente en armonía con todos. Antes de quince minutos, a
partir de este momento, tendré la percepción correcta de lo que debo hacer.
Hecho está. Conservo pleno autodominio, el control de todas mis facultades
físicas, mentales, emocionales y espirituales y de todas las circunstancias y
una perfecta calma imperturbable, impasibilidad, serenidad y un estado de
tranquila relajación a nivel físico, mental, emocional y espiritual y total
claridad en las ideas. Hecho está; así es; así sea.
Tan pronto como tengas escritas las mejores alternativas u
opciones entre las cuales te es preciso elegir, en el nivel de la mente
psiconsciente en el que ya te encuentras –o si ha transcurrido un lapso mayor
de los treinta y cinco minutos, vuelve a efectuar la psico-programación-
pregunta tres veces a tu mente psiconsciente: -¿Cuál decisión debo tomar?
Espera la respuesta durante cinco minutos.
Puedes preguntar a la mente psiconsciente:
I. -¿Debo tomar esta decisión? –Menciona la respectiva alternativa-
(Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
II. Cómo resultará si elijo esta opción? –Menciónala- (Tres
veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
III. –Qué otra alternativa debo considerar? (Tres veces).
Espera la respuesta durante cinco minutos.
IV. Repite el proceso con cada una de las alternativas en
estudio.
Automáticamente, al cumplirse los treinta y cinco minutos se
saldrá del estado de interiorización; empero, los estados de lucidez, calma,
fortaleza, confianza y serenidad se conservarán aún después de volver a las
condiciones normales. Con el tiempo y práctica, se puede hacer la
psico-programación por un lapso mayor.
PLAN DE ACTUACIÓN:
o Entro en mi nivel idóneo para resolver situaciones, en mi
mente psiconsciente (Tres Veces)
o Ahora, ya estoy en mi nivel idóneo para resolver
situaciones, en mi mente psiconsciente. (Tres veces).
o Permanezco en este nivel idóneo para resolver situaciones,
en mi mente psiconsciente, quince minutos, (o más), durante los cuales voy a analizar
esta situación y encontrar la solución perfecta. Hecho está.
o El caso que deseo resolver y voy a resolver, es: Describir:
o Ahora, pregunto a mi mente psiconsciente:
¿Cuál es la mejor manera de resolver este caso?: (Describir).
Deseo la respuesta correcta que debo aplicar, antes de seis
minutos; quiero percibirla claramente por el mejor medio perceptivo de mis
facultades espirituales, la cual recordaré, comprenderé y aplicaré con
efectividad, tan pronto la perciba.
Hecho está.
EL PODER EFECTIVO DE LA DECISIÓN
En general, en mayor o menor grado, todos saben decidir;
conocen el método científico de resoluciones de situaciones, el proceso
creativo de toma de decisiones y cumplen perfectamente todos los pasos hasta
llegar a lo más importante: la acción.
Es en la acción donde se requiere desarrollar en alto grado
habilidades para plasmar en la realidad lo pensado y decidido.
Empezar, dar el primer paso, ponerse en camino, después de
decidir, ése es el gran secreto. Pero, una vez iniciada la acción, con la
visión clara del tiempo factible para alcanzar el respectivo logro, es preciso
persistir, con confianza plena y desapego de los resultados y continuar dando
todos los pasos restantes que sean necesarios, hasta alcanzar la meta. Simplemente,
haz la cosa y tendrás el poder para hacerlo; esa es la clave.
El poder de la decisión crea resultados. La mente decidida
adopta el propósito de alcanzar determinados logros y funge de convención
mental que le sintoniza con los elementos coadyuvadores a su consecución.
La decisión de lograr algo implica la oferta de un servicio,
producto, idea o beneficio, que debe ser dado a cambio y toda oferta genera,
automáticamente, su demanda. En el mismo momento en que se toma la decisión, en
alguna parte, todas las personas que coadyuvarán están tomando,
simultáneamente, las respectivas decisiones complementarias. En la metafísica
de la decisión, si se observa desde la perspectiva o dimensión adecuada, se
percibe que, en el mismo instante en que un arquitecto diseña un chalet, sin
darse cuenta, por vía psico-sensorial. –o intuitiva-, percibe las necesidades
insatisfechas de un determinado consumidor y crea el ambiente con el cual, ese
futuro consumidor, en ese momento, está soñando con uno análogo. Cuando el
constructor decide construirlo, en el mismo instante, una persona, está
decidiendo comprarlo. El resto es un proceso que se desenvuelve de manera tan
natural que todo parece casualidad.
Lo importante es tomar la decisión ya que implica una oferta
de comprar o vender, dar o recibir, hacer o dejar de hacer, etcétera, y el
mecanismo de la vida sabe que puede contar con esa oferta o demanda y, la
persona, sin darse cuenta, pone en movimiento una de las leyes más poderosas de
la creación.
La decisión tiene fuerza de atracción y repulsión. Atrae a los
elementos coadyuvantes y repele los antagónicos por medio de la ley del
aislamiento cósmico.
Una vez decidido el propósito fundamental de la vida,
seleccionados los objetivos a corto, mediano y largo plazo, determinada la
carrera en la cual se quiere cada quien realizar, auto-expresando el genio que
se anida en el interior, hay que mantenerse firme en la determinación de
alcanzar las metas anheladas, en el intervalo que media entre la siembra de la
semilla y la cosecha de los resultados.
Esa paciencia firme, serenidad inalterable, confianza
absoluta, expectativa profética, voluntad de acero, nervios relajados y
desapego de los resultados proporcionan el autodominio suficiente para imantar
los resultados y de persistir firme en el propósito sin variar de rumbo hasta
alcanzar lo que se ha propuesto.
Una y mil veces hay que abordar la acción y con el trabajo
suficiente y el estudio necesario, con la creatividad adecuada y los métodos
propicios, todo se logra, oportunamente.
El ser humano está dotado para realizar cualquier cosa que
conciba en su mente siempre y cuando la aborde una a la vez.
Si concebiste la idea, planificaste el proyecto, y asumiste el
reto, manteniéndote firme y actuando constantemente alcanzarás el resultado
previsto, en el tiempo debido.
Pero, cuando más cerca estés de alcanzar tu meta es cuando más
firme requieres estar, por cuanto, es allí donde la prueba de la vida verifica
tu temple y selecciona los mejores –o más efectivos cooperadores- para seguir
adelante, en cada actividad, área, etcétera. Por esta razón, la antigua
sabiduría recomienda que jamás debe abandonarse la realización de un proyecto
en el momento en que las situaciones se muestran en su aspecto menos favorable,
Es preciso dar ese paso que separa la decisión de la acción. Ten
confianza: en ti y en la vida; ésta secunda todo esfuerzo sincero.
Tienes el poder en tus manos, úsalo. Mantente firme y alcanza,
una a una, todas tus metas. Visualiza el resultado satisfactorio en tu mente.
Afirma lo positivo. Di, una o mil veces, o cuantas sea necesario: -voy a
lograrlo-.
Sólo la decisión activa el mecanismo cósmico del logro; actúa
como si… ya lo hubieses alcanzado. Da por hecho su consecución exitosa con
serena convicción, tenacidad y desapego.
Adelante.