sábado, 13 de abril de 2013

EL PODER DE ELEGIR: -"Siente el poder para elegir dentro de ti y úsalo acertadamente de acuerdo al esquema cósmico y a tu propia realidad"-. Giuseppe Isgró Cattafi



 EL PODER DE ELEGIR

 ©Giuseppe Isgró C.

 -Siente el poder para elegir dentro de ti y úsalo acertadamente
de acuerdo al esquema cósmico y a tu propia realidad-.

Giuseppe Isgró Cattafi



Posees un gran poder dentro de ti: es el poder de elección y la libertad de pedir a la vida lo que requieres para su realización.
 Ejerciendo el poder de la elección del cual estás investido por el Supremo Hacedor, tomas, en las propias manos, las riendas de tu vida y le imprimes el rumbo deseado.
 Eres el resultado de tus elecciones del pasado. Serás lo que eliges ser en el presente.
 Del esfuerzo y entusiasmo que despliegues en su consecución, dependen los resultados que obtienes.
 Una vez efectuada la elección, todo tu mundo se desarrolla a su alrededor, como un eje que busca su punto de equilibrio en el universo de tu vida.
 Imantas hacia ti los elementos necesarios que han de conformar tu realidad y el éxito equivalente al nivel, calidad e índole de tu elección y pedido a la vida.
 La Ley Cósmica, dice: -Según eliges, pide y das, recibes-.
 En el acto de elegir existe un poder creativo que se plasma al formular el pedido, como un decreto, de lo que tú aspiras realizar; mientras que al dar, -una forma de pagar el precio, se abre la puerta por la cual, al mismo tiempo, se recibe el salario cósmico y la compensación equivalente.
 Abre el camino adecuado. Recorre una sola ruta a la vez. Al final, siempre está tu meta esperándote.
 Edmund Burke, dijo: -“Un camino de mil kilómetros comienza dando el primer paso”-. A su vez, Alexis Carrel, -profundo pensador francés, del siglo XX-, acertadamente refirió: -“El porvenir pertenece a los que lo consagran todo por un ideal”-.
 Cada paso que das, dalo únicamente en dirección de tu meta.
 Con cada elección pagas un costo de oportunidad. Por cuanto, al decidirte por un objetivo, estás dejando de lado otros entre los cuales también podías elegir.
 Desarrolla tus habilidades para decidir acertadamente, eligiendo cursos de acciones que mejor aporten el mayor grado de certidumbre en cuanto a los resultados apetecidos y al más bajo costo de oportunidad.
  
CÓMO ELEGIR CON EFECTIVIDAD

 Al percibir un requerimiento de cambio que aporte un avance más allá de la posición actual, en tu vida, empieza el proceso de la toma de decisión, el cual concluye con la elección del mejor curso de acción que lo satisfaga y su puesta en práctica.
 Elegir, constituye, siempre, la selección de la mejor alternativa, como etapa fundamental del proceso decisorio.
 La vida presenta tres clases de situaciones claramente identificadas, las cuales es necesario determinar para hacer más efectiva la elección.
 En primer lugar se enfrentan situaciones en condiciones de certeza, donde tanto el curso de acción como el resultado, son conocidos. Los cursos de acciones pueden ser numerosos, pero cada uno sólo puede proporcionar un resultado. El secreto consiste en seleccionar el curso de acción que maximice el resultado.
 En segundo lugar, la elección toca tomarla en condiciones de riesgo, donde cada curso de acción presenta varios resultados probables con factibilidad relativa. La clave consiste en tener presente el valor esperado en la toma de decisión, haciéndose cargo probable, en caso de efectos negativos, si sus consecuencias son controlables.
 Las preguntas claves que es preciso formularse, son:
 1. -Si adopto esta decisión, ¿qué es lo mejor que puede pasar?-
2. -¿Me satisface?-
3. -Y, ¿qué es lo peor que puede ocurrir?-
4. –¿Puedo controlarlo?-
 Si lo mejor que puede pasar te satisface, y lo peor, estaría bajo tu control, entonces, toma la decisión.
 Elige siempre el curso de acción que maximice o minimice el valor esperado del resultado, por ejemplo: el mejor logro o el menor riesgo, o ambos, simultáneamente.
Le siguen las decisiones en condiciones de incertidumbre, las cuales, en lo posible, se recomienda evitar. En este caso, cada curso de acción ofrece múltiples resultados inciertos, disponiéndose de escasa y poco confiable información, para hacer proyecciones futuras certeras.
 Estas decisiones deben ser adoptadas solamente cuando se haya estructurado una sólida base económica, o de otra índole, que permita asumir las eventuales consecuencias sin producir desequilibrios graves e incontrolables.
  
EL PROCESO PARA ELEGIR

 Optimiza tus habilidades para tomar decisiones efectivas, acertadamente, aplicando los siguientes pasos:

1. DEFINIR EL OBJETIVO QUE DEBE SER
ALCANZADO

Tan pronto percibas la necesidad de cambio, identifica, -definiéndolo y enunciándolo por escrito- el objetivo que, resolviendo la situación, restablezca el equilibrio original, o que, una vez realizado, implique un avance más allá de donde, ahora, te encuentras.
 Los resultados ideales que deben ser alcanzados, al ser comparados con la situación actual, determinan la diferencia que constituye el objetivo de la elección.

2. ANALIZAR, Y DISTRIBUIR, EL OBJETIVO, EN
ETAPAS CON CLARO ORDEN PRIORITARIO

Analiza las posibles causas que originan la insatisfacción y qué resultados reestablecerían el equilibrio o generarían el cambio deseado. Usa las preguntas:

• -¿Qué debo lograr?
• -¿Cómo?
• -¿Dónde?
• ¿Cuándo?
• -¿En cuántas etapas puedo dividir la realización del objetivo?
• -¿Qué prioridad asignaré a cada una?
• -¿Por qué?
  
3. BUSCAR ALTERNATIVAS O PROBABLES
SOLUCIONES

En esta fase, se exploran todos los cursos de acciones que constituyen alternativas o probables soluciones, evitando críticas, para facilitar el proceso creativo.

4. EVALUAR LAS ALTERNATIVAS Y SELECCIONAR
LA MEJOR
 Después de evaluar todas las alternativas posibles se selecciona la que mejor optimice, o minimice, los resultados esperados de la elección.

5. EJECUCIÓN
 Tomada la decisión, con voluntad férrea y plena confianza en la obtención de los resultados, se emprende la acción correspondiente, hasta alcanzarlos. La Ley cósmica de la atracción, expresa: -Una mente decidida, con acción constante, siempre imanta resultados-.
 6. CONTROL
 Se controlan los resultados para retroalimentar cualquier eventual desviación, reiniciando el proceso decisorio, el cual culmina con una nueva elección.

PSICO-PROGRAMACIÓN:

Afirma, antes de tomar una decisión:

Entro en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad. (Tres veces).
Ahora me encuentro, ya, en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad. (Una vez).
Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente idóneo para tomar acertadas decisiones y resolver cualquier situación con efectividad durante treinta y cinco minutos para analizar el caso: (mencionarlo) y decidir la solución más conveniente en armonía con todos. Antes de quince minutos, a partir de este momento, tendré la percepción correcta de lo que debo hacer. Hecho está. Conservo pleno autodominio, el control de todas mis facultades físicas, mentales, emocionales y espirituales y de todas las circunstancias y una perfecta calma imperturbable, impasibilidad, serenidad y un estado de tranquila relajación a nivel físico, mental, emocional y espiritual y total claridad en las ideas. Hecho está; así es; así sea.
Tan pronto como tengas escritas las mejores alternativas u opciones entre las cuales te es preciso elegir, en el nivel de la mente psiconsciente en el que ya te encuentras –o si ha transcurrido un lapso mayor de los treinta y cinco minutos, vuelve a efectuar la psico-programación- pregunta tres veces a tu mente psiconsciente: -¿Cuál decisión debo tomar? Espera la respuesta durante cinco minutos.
Puedes preguntar a la mente psiconsciente:
I. -¿Debo tomar esta decisión? –Menciona la respectiva alternativa- (Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
II. Cómo resultará si elijo esta opción? –Menciónala- (Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
III. –Qué otra alternativa debo considerar? (Tres veces). Espera la respuesta durante cinco minutos.
IV. Repite el proceso con cada una de las alternativas en estudio.

Automáticamente, al cumplirse los treinta y cinco minutos se saldrá del estado de interiorización; empero, los estados de lucidez, calma, fortaleza, confianza y serenidad se conservarán aún después de volver a las condiciones normales. Con el tiempo y práctica, se puede hacer la psico-programación por un lapso mayor.

PLAN DE ACTUACIÓN:

o Entro en mi nivel idóneo para resolver situaciones, en mi mente psiconsciente (Tres Veces)

o Ahora, ya estoy en mi nivel idóneo para resolver situaciones, en mi mente psiconsciente. (Tres veces).

o Permanezco en este nivel idóneo para resolver situaciones, en mi mente psiconsciente, quince minutos, (o más), durante los cuales voy a analizar esta situación y encontrar la solución perfecta. Hecho está.

o El caso que deseo resolver y voy a resolver, es: Describir:

o Ahora, pregunto a mi mente psiconsciente:

¿Cuál es la mejor manera de resolver este caso?: (Describir).

Deseo la respuesta correcta que debo aplicar, antes de seis minutos; quiero percibirla claramente por el mejor medio perceptivo de mis facultades espirituales, la cual recordaré, comprenderé y aplicaré con efectividad, tan pronto la perciba.

Hecho está.

  
EL PODER EFECTIVO DE LA DECISIÓN

En general, en mayor o menor grado, todos saben decidir; conocen el método científico de resoluciones de situaciones, el proceso creativo de toma de decisiones y cumplen perfectamente todos los pasos hasta llegar a lo más importante: la acción.

Es en la acción donde se requiere desarrollar en alto grado habilidades para plasmar en la realidad lo pensado y decidido.
 Empezar, dar el primer paso, ponerse en camino, después de decidir, ése es el gran secreto. Pero, una vez iniciada la acción, con la visión clara del tiempo factible para alcanzar el respectivo logro, es preciso persistir, con confianza plena y desapego de los resultados y continuar dando todos los pasos restantes que sean necesarios, hasta alcanzar la meta. Simplemente, haz la cosa y tendrás el poder para hacerlo; esa es la clave.
 El poder de la decisión crea resultados. La mente decidida adopta el propósito de alcanzar determinados logros y funge de convención mental que le sintoniza con los elementos coadyuvadores a su consecución.
 La decisión de lograr algo implica la oferta de un servicio, producto, idea o beneficio, que debe ser dado a cambio y toda oferta genera, automáticamente, su demanda. En el mismo momento en que se toma la decisión, en alguna parte, todas las personas que coadyuvarán están tomando, simultáneamente, las respectivas decisiones complementarias. En la metafísica de la decisión, si se observa desde la perspectiva o dimensión adecuada, se percibe que, en el mismo instante en que un arquitecto diseña un chalet, sin darse cuenta, por vía psico-sensorial. –o intuitiva-, percibe las necesidades insatisfechas de un determinado consumidor y crea el ambiente con el cual, ese futuro consumidor, en ese momento, está soñando con uno análogo. Cuando el constructor decide construirlo, en el mismo instante, una persona, está decidiendo comprarlo. El resto es un proceso que se desenvuelve de manera tan natural que todo parece casualidad.
 Lo importante es tomar la decisión ya que implica una oferta de comprar o vender, dar o recibir, hacer o dejar de hacer, etcétera, y el mecanismo de la vida sabe que puede contar con esa oferta o demanda y, la persona, sin darse cuenta, pone en movimiento una de las leyes más poderosas de la creación.
 La decisión tiene fuerza de atracción y repulsión. Atrae a los elementos coadyuvantes y repele los antagónicos por medio de la ley del aislamiento cósmico.
 Una vez decidido el propósito fundamental de la vida, seleccionados los objetivos a corto, mediano y largo plazo, determinada la carrera en la cual se quiere cada quien realizar, auto-expresando el genio que se anida en el interior, hay que mantenerse firme en la determinación de alcanzar las metas anheladas, en el intervalo que media entre la siembra de la semilla y la cosecha de los resultados.
 Esa paciencia firme, serenidad inalterable, confianza absoluta, expectativa profética, voluntad de acero, nervios relajados y desapego de los resultados proporcionan el autodominio suficiente para imantar los resultados y de persistir firme en el propósito sin variar de rumbo hasta alcanzar lo que se ha propuesto.
 Una y mil veces hay que abordar la acción y con el trabajo suficiente y el estudio necesario, con la creatividad adecuada y los métodos propicios, todo se logra, oportunamente.
 El ser humano está dotado para realizar cualquier cosa que conciba en su mente siempre y cuando la aborde una a la vez.
 Si concebiste la idea, planificaste el proyecto, y asumiste el reto, manteniéndote firme y actuando constantemente alcanzarás el resultado previsto, en el tiempo debido.
 Pero, cuando más cerca estés de alcanzar tu meta es cuando más firme requieres estar, por cuanto, es allí donde la prueba de la vida verifica tu temple y selecciona los mejores –o más efectivos cooperadores- para seguir adelante, en cada actividad, área, etcétera. Por esta razón, la antigua sabiduría recomienda que jamás debe abandonarse la realización de un proyecto en el momento en que las situaciones se muestran en su aspecto menos favorable,
 Es preciso dar ese paso que separa la decisión de la acción. Ten confianza: en ti y en la vida; ésta secunda todo esfuerzo sincero.
 Tienes el poder en tus manos, úsalo. Mantente firme y alcanza, una a una, todas tus metas. Visualiza el resultado satisfactorio en tu mente. Afirma lo positivo. Di, una o mil veces, o cuantas sea necesario: -voy a lograrlo-.
 Sólo la decisión activa el mecanismo cósmico del logro; actúa como si… ya lo hubieses alcanzado. Da por hecho su consecución exitosa con serena convicción, tenacidad y desapego.

Adelante.

EN LO QUE VES, TE CONVIERTES: -"En los manuscritos de Qümram, uno de los rollos revela un principio esotérico atribuido al hermano Jesús de Nazareth, el cual expresa: -“En lo que ves, te convertirás”-. Giuseppe Isgró Cattafi

EN LO QUE VES, TE CONVIERTES

©Giuseppe Isgró C.


En los manuscritos de Qümram, uno de los rollos revela un principio esotérico atribuido al hermano Jesús de Nazareth, el cual expresa: -“En lo que ves, te convertirás”-.

Las investigaciones efectuadas en el campo de la Psicología reafirman la importancia y veracidad del mismo. -¿Qué ves en la vida? -¿Abundancia, felicidad, progreso, justicia, rectitud, armonía, benevolencia, virtudes, trabajo eficiente, alegría, belleza, etcétera, o, lo contrario?

En lo que ves tenderás a convertirte, hasta hacerlo realidad. Ver uno u otro aspecto de la vida implica sintonía y una actitud determinada de pensar. Por ejemplo, al contemplar un vaso lleno hasta la mitad, ¿cómo lo ves?, ¿medio lleno o medio vacío?

Ese hecho tan sencillo indica enfoque positivo o negativo frente a la vida. Medio vacío, estaría indicando que observas el lado negativo de las cosas. Medio lleno, el positivo. La diferencia consiste en que cada quien obtiene lo mismo que refleja su visión, y, además, se va transformando, gradualmente, en el producto de la misma.

La sintonía con determinada frecuencia de la ecología mental del universo, funge de canal a través del cual se manifiestan fuerzas positivas o negativas, que, por medio de cada persona, buscan una vía de auto-expresión.

Un pensamiento positivo se carga con la fuerza de pensamientos afines y genera estímulos positivos.Es como seleccionar uno de los dos canales de una autopista: el rápido o el lento. En uno se fluye con mayor rapidez y facilidad que en el otro.

Cada quien puede contribuir a acentuar el lado positivo de la vida, por ejemplo: los medios de comunicación tienen a su alcance la vía para transformar a la sociedad, plasmando sólo mensajes positivos en las informaciones; eliminando todo lo negativo y sustituyéndolo por los aspectos favorables de las situaciones.Si una persona fue artífice de un hecho poco favorable, simplemente se le ignora; se publican solamente las acciones ejemplares, como, por ejemplo: los de honradez, los de justicia y equidad, los de éxito y triunfos, las reseñas biográficas de personajes ilustres para que sirvan de paradigmas, etcétera. Prestar atención únicamente a casos donde los administradores, públicos o privados, han logrado efectividad.

Por el principio antes expuesto: -“En lo que ves, te convertirás”-, viendo tantos ejemplos positivos, por la ley de atracción, se van emulando cada vez en mayor gradoy la gente, para tener acceso a los medios de comunicación deberá realizar obras importantes y positivas, caso contrario, se le negará, el mismo, como si inexistiera.

Es muy sencillo; y, contrariamente a lo que pudiera pensarse, se venderían más ejemplares de los periódicos y se atenderían más las noticias por radio y televisión.

Se está ya en una nueva era, la cual fue anunciada de múltiples formas por diferentes corrientes filosóficas. En una sociedad armónica, estos principios se aplican con fidelidad.

El poeta, canta el lado positivo de la vida y exalta las grandes virtudes y valores, por eso Homero, -el maestro de la edad de oro griega- sigue siendo una de las fuentes más importantes de líderes y pensadores; el pintor, plasma aspectos de belleza y armonía; el pedagogo, y los padres, estimulan las cualidades positivas del niño, con la enseñanza y el ejemplo; el trabajador, el ejecutivo, el empresario, el científico, el investigador, el inventor, el político y todas las personas en general, piensan en las posibilidades factibles en vez de las imposibilidades, alcanzando los resultados previstos.

Al hablar con cualquier persona que refiera hechos negativos ocurridos a ella misma u otros, hay que indicarle, con tacto, que cuente sólo lo bueno.Por la ley de atracción,-o asociación magnética de ideas-cada quien se va recordando de otros análogos, acentuando la sintonía correspondiente que abre los canales para atraer lo mismo que ve, habla, lee, escribe, piensa y escucha.

La pantalla de la mente solamente puede albergar una sola índole de pensamientos, a la vez: positivos o negativos. El uno desplaza al otro, por cuanto constituyen una misma escala, en diferentes grados, desde el cero al infinito, en ambas polaridades; al reubicarse, tanto cualitativa como cuantitativamente, en el nuevo rango vibratorio, la persona, en ese nivel, atrae lo que quiere, y repele, simultáneamente, lo que no desea.

Las imágenes que se canalizan en la pantalla mental tienen fuerza de atracción o repulsión. Es decir: pensamientos positivos atraen lo positivo y repelen lo negativo; pensamientos negativos, atraen lo negativo y repelen lo positivo. Los opuestos jamás se juntan.Por lo cual, hay que desarrollar una sintonía positiva frente a lo que se ve o hace, de manera que, la persona, vaya transmutándose, gradualmente, en el mismo estado –o grado- de las cosas elevadas que, en su paso por la existencia, va observando o concibiendo por medio de su conciencia intuitiva que le inspira, creativamente, nuevas y mejores formas de crear e innovar bienes y servicios.

El primer paso, para sintonizarse positivamente, es la gratitud, es decir, dar las gracias al Creador, y a la vida, por lo que se tiene, en vez de lamentarse de lo que se carece.

Si ves lo que tienes y además muestras gratitud, por la ley de atracción, aumentas tus posesiones.Esa es una de las grandes leyes del universo. Funciona en cualesquiera de las dos polaridades que elijas o en que la apliques. Haz, ahora mismo, una lista de cien o más de las cosas buenas que posees por las cuales puedas mostrar gratitud frente a la vida y al Creador Universal. Visualízalas, rememora tus momentos de grandes, o mejores, éxitos. Empieza escribiendo las que recuerdes; en las horas siguientes, comenzarás a recordar muchas más. Anota todas las que te vengan a la mente. Revisa la reseña periódicamente.

Al traer de nuevo, a la pantalla mental, las imágenes de éxitos pasados, éstas desplazan, automáticamente, otras menos positivas, y, por la ley de asociación magnética, generan imágenes análogas, que, por su fuerza de atracción, contribuyen a traer, a la propia vida, más cosas buenas de la que se poseen. Es decir, se incrementa aquello en que se centra la atención y se expresa gratitud.

Es igualmente recomendable, adoptar la costumbre de hablar de las cosas buenas que tiene el planeta tierra–y el país en que se vive-, para estimular su desarrollo. Se sugiere hacer una lista de las cien mejores cosas –o fortalezas- que tiene tanto la Nación como la propia región.

Las que requieren cambio, en vez de expresarse poco favorablemente de ellas, es deber de todos ayudar a corregirlas. Aquellos que lo hacen, aprovechan las oportunidades y fuente de riqueza y crecimiento personal y profesional que les son implícitas.

Ambas condiciones –de fortalezas y carencias- proporcionan la debida visión de liderazgo efectivo e imprimen el sentido direccional a la acción creadora, cualitativa y cuantitativamente hablando, para optimizar los beneficios de las primeras y transmutar, positivamente, las segundas, en fuente de riqueza integral segura y confiable, a corto, mediano y largo plazo.

Seleccione, cada persona, las situaciones en cuyas soluciones desea asumir un compromiso de cooperación social, como misión de vida, con lo cual experimenta, enseguida, una fuerte y poderosa sensación -y/o sentimiento- de autorrealización.

Eres artífice de un mundo cada vez mejor;de un país acorde con los elevados ideales de los Forjadores de la Patria y de la Humanidad. Ayuda a difundir, cada vez más, un mensaje positivo que ilumine el presente y abra el camino del porvenir anhelado.

Adelante.

EL PODER DE LA SINTONÍA MENTAL: -“Lo que un hombre piensa de sí mismo, es lo que determina, o mejor dicho, lo que marca su destino”-. Henry David Thoreau

EL PODER DE LA SINTONÍA MENTAL

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Cómo desarrollar la Auto-Maestría -I-
Self  Mastery

CAPÍTULO I

-“Lo que un hombre piensa de sí mismo, es lo que determina, o mejor dicho, lo que marca su destino”-. 
Henry David Thoreau

 Lo que el ser humano piensa e imagina, eso es lo que atrae a su vida, en correspondencia con la Ley de atracción, la cual expresa: -Lo semejante atrae a lo semejante-.
Un principio derivado de esta Ley, sintetiza: -Si un pensamiento negativo es capaz de producir un determinado efecto, en cualquier nivel: físico, anímico o espiritual, uno positivo, opuesto, transmuta la condición, reestableciendo la normalidad preexistente o el cambio que plasma la nueva realidad anhelada-.
¡Tú eres lo que quieres ser! ¿A qué blanco estás apuntando? ¿De qué sueles hablar? ¿Cuáles son tus pensamientos? ¿A qué aspiras en lo íntimo de tu ser? ¿Qué se está gestando, en tu interior, de relevancia? Si lo que piensas e imaginas, eso atrae a tu vida, cambia, deliberadamente, la sintonía de tus pensamientos hacia los objetivos que te propones alcanzar.
Aplica la Ley del aislamiento cósmico, es decir, excluye de la pantalla de tu mente, todo lo que deja de relacionarse con tus objetivos.
Piensa, habla, sueña y actúa únicamente en función de lo que deseas realizar. Cuando tú quieres escuchar un programa, en cierta emisora radial, sintonizas la frecuencia adecuada. Lo mismo ocurre con lo que se desea realizar en la vida.
Si deseas realizar más ventas, acumular cierta cantidad de dinero, con un fin específico, culminar una carrera universitaria, una maestría, uno o varios doctorados, ser Presidente del País, o tener un cargo representativo en el gobierno nacional o regional, en el Parlamento, etcétera; desarrollar actividades empresariales, adquirir la propiedad de un negocio, industria o de una cadena de tiendas, convertirte en profesional o especialista en cualquier ciencia, técnica, arte o profesión, piensa y actúa con la asunción del éxito esperado.
Si anhelas fortalecer la salud, piensa en ésta y ten hábitos saludables, entre ellos, -previa consulta con tu médico de cabecera u homeópata-, eliminar, total y definitivamente, de tu dieta lo siguiente: pollo, huevos –y todo lo que los contenga-, cerdo y todos sus derivados, el azúcar, el pimiento y la manzanilla. Sólo con esto habrás eliminado el 80% de las causas que obstaculizan la buena salud.
Estructura, con un dietista competente, o con un médico homeópata cualificado, un plan de alimentación adecuado contemplando la exclusión de los citados elementos.
El cuerpo es un organismo perfecto; si se ingieren los alimentos adecuados, siempre estará en óptimo estado de salud, por su capacidad recuperación y de auto-regulación del equilibrio vital normal.
Igualmente, los pensamientos positivos, las sanas emociones, los sentimientos elevados, la alegría, el ánimo contento, la práctica diaria de la relajación, las afirmaciones positivas, la visualización, la meditación, la practica de la gratitud, la aceptación de las cosas tal como son y afrontarlas con valor, paciencia y decisión firme para transformarlas en lo que deben ser, constituyen elementos coadyuvadores de la salud físico-mental-espiritual. Afirma constantemente la condición perfecta de la salud y ésta se vuelve realidad, en todos los niveles, por cuanto la mente psiconsciente crea las condiciones con las que se le programa.
Si quieres ser apreciado por tus semejantes, habla positivamente de ellos o calla. Si anhelas riqueza y prosperidad –a nivel integral- cultiva pensamientos de abundancia, adquiere el know how profesional y crea la riqueza factible, colocando en un selecto mercado de alto poder adquisitivo un bien o servicio capaz de llenar una necesidad insatisfecha.
Lee las biografías de hombres y mujeres ilustres, de éxito, como fuente de estímulo. Si escribes una canción, un poema o mensaje, céntrate en los aspectos que faciliten la sintonía positiva. Si pintas un cuadro, plasma en el lienzo, únicamente, elementos de belleza, armonía, vida y escenas de alegría.
Las sintonías mentales ejercen profundas influencias. Atraes lo que amas o temes. Creas lo que imaginas. Existe una reacción igual a lo que piensas, haces o hablas. Según la semilla nace el árbol, dando sus respectivos frutos.
Si siembras armonía en tus pensamientos atraes dicha y felicidad a tu vida.
Los libros, películas, amigos, reuniones, etcétera, implican sintonía con fuerzas que afectan según el estado mental de sus autores y lectores, actores y espectadores, cuya contraparte espiritual, en la ecología mental, es idéntica por la ley de los reflejos, que expresa: -cómo es abajo es arriba y viceversa. Por lo cual, se requiere efectuar una sintonía cuidadosa.
Hablar, todos los días, positivamente, pensando y sosteniendo conversaciones sobre abundancia, riqueza, felicidad, salud, vida, etcétera, -visualizando escenas mentales análogas-, es el paso certero para establecer sintonías positivas del éxito y otros aspectos gratificantes de la vida, canalizando las respectivas energías y condiciones en la propia existencia.


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Por mandato cósmico, el primer deber del ser humano es el de mejorarse a sí mismo.
Abre las puertas del espíritu a la Luz Superior, a la comprensión de las leyes que traen abundancia y el poder de realización en la vida. Despierta al camino de la nueva era evolutiva que trae la aurora del buen vivir.
Sintoniza las cosas buenas y éstas llegan, oportunamente, a tu vida. En lo que centras la atención se expande la conciencia y el poder de atracción de los elementos coadyuvadores a la obra por realizar. Sé constante, manteniendo fijo el rumbo hacia el logro de tus objetivos. Frente a todas las situaciones, templa la resolución y la voluntad de triunfar.
Genera auto-calificativos positivos, para que el ordenador mental grabe órdenes y sugestiones que desencadenen efectos semejantes o análogos.

Al pensar positivamente, el psiconsciente, -tu espíritu- con las imágenes mentales visualizadas, atrae, por asociación magnética, -ley de atracción-, elementos afines con su equivalencia espiritual y material, en tu vida.
Las sintonías mentales positivas son un escudo poderoso que protegen de las fuerzas ambientales y aseguran la realización de cualquier proyecto, por cuanto abren los canales adecuados que atraen a los elementos coadyuvantes y repelen los de naturaleza diferente.
A través de la acción de gracias, las personas exitosas, agradecen al Creador Universal las cosas buenas que poseen, re-visualizando las mismas, sintonizando, al mismo tiempo, la abundancia de la vida, y por la Ley de atracción, atraen más y mejores cosas.
La sintonía suprema es con la fuente cósmica, el Creador Universal, adquiriendo la conciencia de la unidad cósmica perfecta e indisoluble que se conforma con Él. Esta conexión divina es fácil potenciarla; en primer lugar, es preciso aquietarse, relajarse física, mental y espiritualmente, adormeciendo los sentidos físicos para activar los sentidos espirituales; luego, centrando la atención en el Creador Universal, bien sea mediante la repetición de su nombre: ELOÍ, una, diez, cien o mil veces o más diariamente; o, por la meditación en Él y en sus atributos divinos o valores universales.
Abre los canales de tu mente sólo a las fuerzas positivas del universo. Cada día más bendiciones llegan a tu vida. Despierta y orienta tu sentido de la realidad, sintonizándolo con la misión de tu vida y las fuerzas creativas cósmicas.
H. D. Thoreau, expresó: -“Lo que el hombre necesita, mas que medios de acción, son fines, esencia: ser algo”-.

-AFIRMACIÓN:
Para leer en la mañana, al levantarse, o en cualquier momento del día, la primera vez, durante veintidós días seguidos, luego, cada vez que se desee.
Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde puedo programar cualquier resultado que deseo realizar en la vida. (Tres veces).
Ahora, estoy ya, en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático donde puedo programar cualquier resultado que deseo realizar en la vida. (Tres veces).
Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, durante quince minutos y programo, en un mejor nivel, el desarrollo de las siguientes cualidades y condiciones positivas en mi vida:
I. Potencio la sintonía positiva de mi mente con el Creador Universal y las fuerzas superiores de la cosmogonía.
II. Conservo, permanentemente, la sintonía positiva de mi mente con el Creador Universal y las fuerzas superiores de la cosmogonía, cada día en un mejor nivel.
III. Ahora, realizo los objetivos de este día con más y mejor efectividad.
IV. Pienso, hablo y actúo en sintonía con la abundancia y las riquezas de la vida y lo que preciso viene a mí, oportunamente, por cuanto, cada día, en alguna parte, y, de la mejor manera posible, es requerido mi servicio, que, por reciprocidad atrae lo que preciso, siempre en abundancia.
V. Programo, en mí, en todos los niveles: espiritual, anímico, físico y financiero, la prudencia, el autodominio, la fortaleza, la calma imperturbable, la impasibilidad, la serenidad, la confianza y la seguridad, el poder creativo y realizador del amor que todo lo puede y vence; la fe en la vida y en el Creador Universal, en sus sabias y justas leyes cósmicas.
VI. Afirmo el triunfo en todas mis obras porque éstas complementan a la Creación y son útiles a la sociedad.
VII. Capitalizo, utilizando, los conocimientos que poseo y adquiero aquellos de los cuales tenga conciencia de las bondades de su cultivo.
VIII. Optimizo, en mi vida, la salud, con hábitos saludables, pensamientos de bienestar, luz, amor, armonía, perdón, tolerancia y paciencia.
IX. Transmuto los sentimientos de insatisfacción, programando y realizando objetivos exteriores positivos.
X. Desarrollo mi auto-independencia, confiando mi vida a la inspiración superior del Creador Universal y a las fuerzas protectoras de la cosmogonía..
XI. La luz de la sabiduría, el poder creador del amor, la ley de afinidad y la justicia divina, establecen el orden cósmico y la armonía perfecta, en mí y en todas las personas interrelacionadas, en todos los actos y hechos de mi vida, aquí y ahora, en el cumplimiento de mi verdadera misión existencial. Hecho está.
XII. Cada día, en todas formas, aumenta mi potencia psico-espiritual y estoy mejor y mejor, siempre mejor.
XIII. Doy las gracias al Creador Universal por lo que soy y seré; por lo que tengo y tendré; por lo que sé y sabré; por lo que represento y representaré; por lo que hago y haré en la espiral evolutiva, en el eterno presente, hoy.
XIV. Acepto la abundancia cósmica de este día. Permito que ella llegue a mí, aquí, ahora y siempre, según los planes y la voluntad del Creador Universal, -por la ley cósmica- en armonía con todos y con el Todo. Hecho está. Doy gracias por la abundancia cósmica de este día.
(Esta última parte afirmarla tres veces)