EL PODER DE LA RELAJACIÓN CREATIVA
©Giuseppe Isgró C.
-La relajación,
activa los poderes creadores del espíritu, la percepción intuitiva e
inspirativa y la unificación de la conciencia-.
Giuseppe Isgró C.
La relajación profunda constituye uno de
los secretos supremos para el desarrollo integral del ser, a nivel físico,
mental y espiritual, en sus múltiples vertientes y dimensiones. Es preciso ejercitarse a fondo en su práctica, diariamente, y los
resultados que se obtienen bien merece el esfuerzo, optimizando la calidad de
vida, el bienestar total, la unificación de la conciencia y elevados estados de
iluminación y conciencia intuitiva.
Cada noche, antes
de dormir, práctica la relajación profunda como una disciplina de vida;
constituirá, para ti, una de las cosas más importantes tan pronto descubras los
inmensos beneficios que proporciona a nivel espiritual, anímicos y físicos.
La relajación por sí misma activa los
poderes creadores de la mente; tan pronto se adormezca y relaje cada músculo y
parte del cuerpo, simultáneamente se van activando los sentidos psíquicos,
facilitando el desarrollo de las facultades espirituales, como, por ejemplo: la
proyección del espíritu sin límites de espacio y tiempo, estimulando la
imaginación o visión espiritual, la intuición, la inspiración, la creatividad,
la unificación de la conciencia, la armonización del ser, la plenitud de vida y
la salud física, mental y espiritual.
Además, una vida
más sosegada, la conservación de la juventud, el incremento del magnetismo
personal, la belleza integral y el disfrute pleno de la vida en todos los
sentidos y vertientes, son algunos de los grandes beneficios de la relajación.
Prepara adecuadamente para tener, cada
noche, un perfecto descanso físico y mental, amaneciendo con total recuperación
de la energía y en condiciones óptimas para emprender una nueva jornada con
éxito, ideas claras y plenitud de fuerzas.
Al final del
ejercicio de relajación, se habrán creado las condiciones idóneas para
completarlo con las visualizaciones
creativas de los objetivos a cuya realización exitosa se aspira, imaginándolos realizados satisfactoriamente,
en su etapa final, sin involucrar canal alguno de manifestación, por
cuanto la
Inteligencia Infinita conoce mejor cuál es el adecuado y
conveniente, propiciando que vayan surgiendo las aparentes coincidencias, en la
vida diaria, que no son más que las propias creaciones mentales y sintonías
positivas que activan la poderosa ley de atracción.
La unificación de la conciencia es uno de los más
sorprendentes efectos positivos de la relajación profunda, cuando
propicia que, en estados moderados, medianos y profundos de relajación, el
espíritu se emancipe de manera natural en proyección espiritual, -cosa que de
manera inconsciente realiza durante el día y en el sueño, muchas veces, empero, la relajación le
permite entrar con naturalidad en un estado perfecto de conciencia fronteriza,
es decir, expande su conciencia, pasando de la objetiva a la subjetiva o
interior, en cuyo estado el espíritu puede efectuar lecturas en el archivo
espiritual contenido en el alma, en el cual se encuentra el registro de todos
los ciclos de vida anteriores, cuyas percepciones, por encontrarse el espíritu
en conciencia expandida, -en una entrada y salida suavemente del cuerpo-,
al reincorporarse las imágenes o lecturas que va obteniendo, en forma
imperceptible y natural, por encontrarse ya dentro del cuerpo, el cerebro las
registra y las va pasando a la conciencia objetiva.
El resultado
final, es que la persona comienza a
ampliar su esfera de conocimientos, percibiendo que sabe muchas cosas que nadie
le ha enseñado, determinando un enriquecimiento sorprendente de la personalidad.
Empero, al mismo
tiempo que efectúa las referidas lecturas en el propio archivo del alma, el
espíritu, en proyección natural, y de manera prácticamente imperceptible,
efectúa lectura de contenidos mentales en archivos espirituales de los entes
que conforman la ecología mental, tanto en la dimensión física como en la
espiritual, en quienes se encuentre la información precisada en un momento
dado, de ahí que vayan surgiendo ideas creativas que nadie sabe de donde han
sido tomadas, así como el surgimiento de intuiciones oportunas que van emergiendo
en la vida diaria que aportan la solución a las inquietudes experimentadas y
las inspiraciones del entorno espiritual de cada quien, -conformado por
guías y protectores espirituales, afines y familiares-, como comunicación espiritual por medio del
pensamiento, aportando sugerencias que enriquecen el propio trabajo de
vida si se le presta la debida atención, siendo lo que transforma a miles de personas normales en importantes
genios por las obras que han legado a la humanidad.
Otro de los más
importantes beneficios de la relajación profunda es la facilitación de la conexión divina con el Ser Universal,
desde ese estado de relajación
profunda, así como la meditación en Él y sus atributos divinos o valores
universales. En esto reside uno de los secretos más grandiosos que es
preciso descifrar por medio de una práctica asidua, tomando en cuenta de que, en lo que se centra la atención se expande la
conciencia, al centrarla el en Supremo Hacedor y sus atributos, comienza a
adquirirse una mayor conciencia de Él y la sabiduría de los valores universales
sobre los cuales se medita, la cual se va expresando con mayor intensidad en la
propia conciencia mediante el sentimiento intuitivo de esos valores universales
que van a fungir como sentidos cósmicos, elevando el nivel de vida en forma
acorde con esas esferas superiores.
A partir de ahora,
y en los milenios venideros cada vez más y mejor, esta es la espiritualidad directa, sin
intermediarios, en la que cada ser se ejercitará como disciplina de vida
hasta alcanzar los niveles de progreso máximo permitido en el planeta, para
acto seguido pasar a otro mundo de mayor progreso y así hasta el infinito, en
el eterno presente, hasta alcanzar el grado de maestría de la Creación y a partir de
ahí comenzar nuevas etapas sin límites, ya que el inmortal espíritu que cada
ser posee siempre encontrará un más allá evolutivo como reto existencial.
Volviendo a la
dimensión objetiva y al presente inmediato que nos concierne, es preciso obligarse a una práctica diaria de
relajación. Luego, el espíritu y el cuerpo, por una ley natural, suelen
querer más de lo que se le da, por lo cual, en forma gradual, el hábito y la
disciplina, van convirtiendo a la relajación, la meditación y la visualización
en algo tan placentero que se hará en forma automática.
Es una práctica
segura, confiable y efectiva. El autor, ha dirigido, simultáneamente, en la
realización de este ejercicio a grupos de más de 200 personas, en los últimos
38 años, con resultados efectivos y da gusto observar como cada participante
cuenta sus placenteras experiencias.
EJERCICIO PRÁCTICO PARA SER REALIZADO EN LA NOCHE , ANTES DE DORMIR, O EN
CUALQUIER MOMENTO QUE SE DESEE.
Acuéstate sobre las espaldas, mirando
hacia arriba. Quizás sientas la necesidad de voltearte hacia un lado. Si es
así, domínate y vuelve a la posición original cuantas veces sea necesario. Es esencial hacerlo.
El primer gran secreto para dormir bien,
es el de permanecer en la posición boca arriba durante el ejercicio de
relajación.
Toma tres respiraciones profundas, de la siguiente manera:
Inspira, contando seis; retiene el aire, -pulmones llenos-, contando
veinticuatro; exhala, muy lentamente, por la nariz, contando seis. A la tercera
exhalación, cierra los ojos suavemente, abandónate, aflojándote física, mental
y espiritualmente.
PSICO-PROGRAMACIÓN:
Ahora, si decides
dormirte directamente, sin realizar el ejercicio de relajación, efectúa la
siguiente programación mental:
Entro en el nivel idóneo para la relajación,
de mi mente psiconsciente. (Tres veces).
Ahora, estoy ya, en el nivel idóneo para la
relajación, de mi mente psiconsciente.
(Tres veces). Me relajo física, mental y espiritualmente. Me encuentro
en perfecto estado de relajación física, mental y espiritualmente.
Permanezco en el nivel idóneo para la
relajación, de mi mente psiconsciente, desde este momento hasta las cinco y
media de la mañana. Duermo profundamente bien durante todo este lapso y
mientras duermo, tanto mi cuerpo como mi mente se equilibran y potencian en un
perfecto y completo estado de salud y me
despertaré con total recuperación de mis energías físicas, mentales y
espirituales, con la mente clara de las cosas que debo realizar en su estricto
orden de prioridad.
Cualquier idea de la cual tenga percepción
durante el sueño que me sea útil para resolver cualquier situación de mi vida o
de mi trabajo o que me sea necesaria para mejorar cualquier aspecto de mi vida,
la recordaré, tan pronto me despierte, con total claridad y comprensión.
Si durante el sueño surgiese algo que
amerite que me despierte, me despertaré con tiempo suficiente para tomar las
respectivas y oportunas medidas del
caso.
Si decides hacer el ejercicio de
relajación, agrega lo siguiente:
Ahora, durante cuarenta y cinco minutos me relajo física, mental y
espiritualmente, desde los dedos de los pies hasta la cabeza y realizo los
respectivos ejercicios de visualización. Efectúo un completo y perfecto
ejercicio de relajación y cada vez que lo lleve a cabo, lo domino más y mejor.
Si lo deseas,
respira rítmicamente, diez veces, antes de iniciar el ejercicio de relajación,
contando seis para la inspiración; tres, retención del aire con pulmones
llenos; seis, para la exhalación; y, tres, retención con pulmones vacíos. Hazlo
lo más suavemente posible y al exhalar,
centra la atención en el punto hara –tan tien- tres centímetros debajo del
ombligo y tres centímetros hacia dentro, en sentido de la columna vertebral. En esto reside un profundo y poderoso secreto, cuyos efectos
positivos pronto descubrirás, con la práctica.
Recuerda: durante
el ejercicio, en cada parte del cuerpo en que efectúa la relajación, comenzando
desde los dedos de los pies, realiza lo siguiente:
I. Concentración
de la atención en cada órgano o parte del cuerpo.
II. Adquirir
conciencia de la zona.
III. Relajarla,
aflojando los músculos.
IV. Experimentar
una sensación de calor.
V. Sentir
un flujo de energía, el cual se puede intensificar, -en los órganos o partes
del cuerpo que se desean cargar-, reteniendo el aire –pulmones llenos- mientras cuentas
veinticuatro.
VI. Imagina
un halo luminoso emanando de la respectiva zona de relajación.
Relájate bien:
Piensa en los dedos del pie derecho.
Céntrate en cada uno y adquiere conciencia de ellos; siéntelos flojos como si
fueran de gomas. Siente un calorcito y un flujo de energía que llena cada parte
de los dedos. Imagina como un halo
luminoso fluye de cada dedo. Ahora haz lo mismo con la planta del píes, con el
talón y con el píes completo.
Realiza lo mismo con el pie izquierdo; al
completarlo, siente ambos píes llenos de energía.
Efectúa una
respiración completa, reteniendo el aire –pulmones llenos- mientras cuenta
veinticuatro, sintiendo los pies llenos
de energía y emanando un halo luminoso.
Mientras tanto,
imagina la sensación de un gran bienestar que se va apoderando de ti.
Siente una gran
paz y tranquilidad.
Descansa, aíslate
mentalmente.
Imagina como un
manto de luz divina te envuelve y protege.
Ningún ruido o
pensamiento puede interrumpir tu paz, tranquilidad y relajación. Todo ruido
externo te ayudará a relajarte profundamente. Relájate más y mejor.
Ahora, céntrate en
ambos tobillos; primero adquiere conciencia total de ellos; aflójalos; percibe
el calor; seguidamente, siente un flujo poderoso de energía. A continuación,
imagina como irradian un halo luminoso.
Sigue ascendiendo
hasta las rodillas, donde repite el proceso. Asciende por las piernas hasta
llegar la cintura.
Concéntrate en el
cóccix; adquiere conciencia plena de él; siéntelo flojo como si fuera de goma;
percibe el calor; ahora, toma una respiración profunda contando mentalmente
seis; retiene el aliento con los pulmones llenos, contando veinticuatro,
siempre centrado en el cóccix, siente como aumenta el flujo de energía en la
zona; exhala muy lentamente, por la nariz, imagina como fluye un halo luminoso
del cóccix.
Sigue ascendiendo
por la columna vertebral.
Céntrate en la
zona de los riñones; adquiere conciencia de ellos; siéntelos flojos, relajados.
Percibe el aumento de calor en ambos riñones; ahora, toma una respiración
profunda contando seis; retiene el aliento contando veinticuatro y siente como
los dos riñones y toda la zona lumbar se va cargando de energía; exhala muy
lentamente e imagina como emanan un halo luminosos.
Puedes afirmar:
Mis riñones están en perfecto estado de salud. Siempre funcionan bien. (Puedes
imaginar una rueda en movimiento como símbolo del perfecto funcionamiento,
afirmando, al mismo tiempo la excelente condición de la salud).
Sigue ascendiendo
por la columna vertebral hasta los hombros; adquiere conciencia de las espaldas; siente los músculos flojos,
muy flojos; percibe un aumento de calor en las espaldad; toma una respiración
profunda, en la forma acostumbrada, retiene el aliento, contando veinticuatro,
siente como aumenta el flujo de energía; al exhalar, muy lentamente, relaja más
y mejor las espaldas e imagina como un halo luminoso se irradia de ellas. Haz
lo mismo con los hombros, los brazos y las manos.
Ahora céntrate en
el pecho y los pulmones; adquiere conciencia de cada parte del pecho y de ambos
pulmones; siéntelos flojos muy flojos, bien relajados; percibe como aumenta el
calor; toma una respiración profunda, contando seis; retén el aire contando
veinticuatro, percibiendo el flujo de energía, en el pecho y en los pulmones;
exhala muy lentamente, imaginando el halo luminoso. Visualiza una rueda en
movimiento y afirma: mis pulmones siempre funcionan perfectamente bien. Ahora
están en su mejor nivel de salud. Imagina el perfecto estado de salud.
Ahora, haz lo
mismo con el corazón, el estómago, el ombligo y la zona tan tien –punto hara-, el
hígado, el bazo, los intestinos, vuelve al cóccix, asciende nuevamente por la
columna vertebral y céntrate en la nuca.
Adquiere
conciencia de la nuca; relájala, percibe el calor, toma una respiración
profunda contando seis, retén el aire contando veinticuatro y siente como
aumenta el flujo de energía; exhala muy lentamente, y visualiza un halo
luminoso que fluye de la nuca.
Ahora, piensa en
la garganta; adquiere conciencia de la garganta; aflójala, relájala, percibe el
calor; toma una respiración profunda contando seis; retén el aliento contando
veinticuatro; siente el flujo de energía en la garganta como una fuente
poderosa de energía que se va expandiendo por todos los órganos y células del
cuerpo. Visualiza la rueda en movimiento y afirma: la energía de la vitalidad y
la salud fluye bien desde mi garganta a cada parte de mi cuerpo. Hecho está.
A continuación
céntrate en la boca; adquiere conciencia de ella: de las mandíbulas, los
labios, los dientes, las encías, la lengua, las amígdalas; relaja cada parte;
aflójalas; percibe la emanación del calor; inhala, contando seis, retén el aire
contando veinticuatro, siente el flujo de energía en toda el área de la boca;
exhala muy lentamente, visualizando el halo luminoso que emana de la boca.
Céntrate, ahora,
en las orejas; luego en la nariz; después en los ojos, repitiendo el proceso:
conciencia, relajación, sentir calor, energía reteniendo el aire, visualización
del halo luminoso, en la exhalación.
Enfoca la atención
en el entrecejo; Adquiere conciencia de la zona, relájala, siente una sensación
de calor; aumenta el flujo de energía con la inhalación contando seis y la
retención del aire, contando veinticuatro; al exhalar, muy lentamente,
visualiza el halo luminoso emanando del entrecejo.
Céntrate en la
frente; el cerebro y el cuero cabelludo; siguiendo el mismo orden: conciencia,
relajación, calor, respiración profunda, flujo de energía, halo luminoso.
Ahora, imagina una
escuadra formada por una línea que va del entrecejo al centro de la cabeza y
una línea que va del centro de la cabeza a la parte superior de la misma.
Visualiza la escuadra en forma luminosa.
Ahora, partiendo
del punto central de la escuadra, en el centro de la cabeza, imagina una
espiral luminosa en movimiento y en expansión, elevándose al infinito. El punto
inicial del hilo luminoso de la espiral está conectado al centro de tu cabeza;
conecta, el otro, -pidiendo permiso antes- a un punto imaginario del universo,
el Centro Vibratorio, Rueda de la
Vida , con el Creador del Universo, Dios y siente como te
constituye en una canal de su luz, amor, energía, sabiduría, poder, etcétera.
Imagina y da por hecho que esta unión con Dios es permanente; que siempre
permanece unido a Él.
Imagina, también,
como la luz del Ser Universal se canaliza por el hilo luminoso y te inunda,
primero, tu cabeza, fluyendo por tus ojos y por todas las ramificaciones
nerviosa de tu cuerpo llenándolo de energía que se irradia por los poros del
cuerpo formando una capa luminosa que se extiende a tu alrededor en movimiento
circular, como un tonel de luz en expansión. La imagen completa que debes
visualizar es: la del Ser Universal, en
un extremo del hilo luminoso, y su luz,
energía, amor, poder, etcétera, que fluyen
hasta llegar al centro de tu cabeza, donde está el otro extremo; en la
parte superior de la escuadra, sobre la cabeza, visualiza una rueda de luz en
circulación teniendo como eje su punta.
Imagina que esta
rueda en movimiento, recibe la luz universal y la canaliza por todas las
ramificaciones del cuerpo, conformando la ya irradiación luminosa en forma de
tonel alrededor del propio cuerpo.
Este tonel de luz
funge de escudo protector y si hubiese algún elemento invasor como pensamientos
extraños que intentaran perturbar la propia autonomía, se va observar como
filamentos oscuros se estarían desprendiendo del propio ser, alejándose.
La importancia de
este ejercicio se comprende mejor con la práctica.
Ahora, vuelve al centro
de la escuadra, en la parte central de tu cabeza. Imagina en ese centro un
punto luminoso; el cual, de hecho, se forma al enfocar allí la visión, con los
ojos cerrados.
En ese punto
luminoso imagina una pantalla mental, como si estuvieses viendo una en un
cinematógrafo. Percíbelas con el fondo negro. Imagina, allí una puerta con la
inscripción: -Puerta cósmica-. Ahora, pregúntate, tres veces: -¿Qué hay detrás
de la puerta cósmica-. Ve, mentalmente, como se abre. Sal al exterior.
Pregunta, mentalmente, tres veces: -¿Dónde estoy? Espera y observa.
Luego, imagina una
rueda de luz blanca en movimiento circulatorio sobre su eje. Piensa que es la
central energética del universo, de donde emana toda la energía universal.
Imagina que tu ser está unido a la central energética.
Afirma: -Estoy
unido a la central energética universal; me cargo de la energía que requiero en
el eterno presente, cada día en grado suficiente y abundante.
Si deseas cargar
de energía a algún ser querido, aprovecha este momento para hacerlo. Imagina la
rueda energética girando sobre su eje; el otro extremo del eje imagina que lo
agarras con la mano izquierda; extiende la manos derecha hasta la cabeza de la
persona a quien quieres cargar de energía y ubícate por detrás de la persona,
en forma más elevada que ella, y coloca el pulgar sobre la sien izquierda y el
meñique sobre la sien derecha. Los demás dedos apóyalos en el centro de la
cabeza. Imagina que los dedos luminosos de tu mano derecha se extienden y
alargan hasta cubrir bien estos puntos. Siente como la energía es absorbida,
sin esfuerzo alguno, por tu mano izquierda y pasa por tu brazo izquierdo,
satura todo tu cuerpo y fluye por tu brazo derecho y por tu mano derecha y penetra al centro de la
cabeza de la persona, llenando todo su ser con la energía blanca de la central
universal. Afirma: Doy gracias a la energía universal por alimentarme con ella
y por permitirme transmitirla a: (menciona el nombre de la persona).
Ahora, imagina que
te encuentra en un jardín hermoso. Recréate contemplando la belleza de las
flores. Construye, mentalmente, el jardín, según tu gusto, colocando las flores
de tu preferencia, los árboles frutales u ornamentales de tu agrado. Visualiza
un caney en el centro del mismo. En sentido de cada punto cardinal existe un
camino hermoso rodeado de flores hermosas. Pregúntate, mentalmente: -¿Cuál es
el camino de mi vida? Escucha una voz, la de tu maestro interior, que te dice:
-Elige el camino hacia el este, el
camino de la luz. Hacia allí dirige tus pasos. Cada vez que desea reorientarte,
vuelve, mentalmente, a este lugar y tus pasos serán reorientados.
Ahora, imagina que
te levantas y toma el camino de la derecha, que es el camino del este, el de la
luz y observa como la luz del dorado amanecer despunta en el alba, el sol
luminoso de la vida que brilla intensamente, iluminando todo el camino de tu
existencia. Mientras emprende el camino y vas avanzando, adquiere conciencia de
tu verdadera misión; vas descubriendo tus dones y virtudes y tu verdadero
poder. Mientras avanzas te siente muy bien, cada vez con mayor paz,
tranquilidad, bienestar y fortaleza.
A continuación,
imagina que llegas a un bosque grande, rodeado de árboles grandes, en un
ambiente armónico, hermoso tranquilo. Pregunta: ¿dónde está la fuente interior de
mi poder? Escucha una voz que te dice: -Penetra en el bosque, con confianza,
pasando el cual está una hermosa fuente. Atraviesa el bosque y llegas a la
fuente de aguas cristalinas y tranquilas. Todo está bien, lleno de paz,
armonía, quietud y tranquilidad. Te sientas en la orilla. Siente la tierra, la
hierba verde y la brisa fresca, en tu piel. Hay flores hermosas de un colorido
variado e impresionante; colores vivos, rojos, blancos, violetas, rosados,
etcétera. Se respira paz, tranquilidad, sosiego, armonía. Huele los aromas y
perfumes de las flores y siente como te
cargas con la vitalidad de sus fragancias. Ahora, toma en la mano derecha una
piedra y lánzala al agua. Observa como se van formando círculos concéntricos en
el centro del agua que se van alejando más y más. Penetra en el agua y
colócate, mentalmente, en la posición flotante, sobre las espaldas. Siente como
la vida te mantiene suavemente a flote,
sin esfuerzo alguno de tu parte. Descansa con confianza. Todo va bien. Sólo hay
armonía, equilibrio, orden divino, salud, fortaleza y paz.
Te encuentras en
la quietud profunda de tu ser y en la fuente interior del poder; en esa
posición imagínate que una nube blanca te envuelve y que esa nube blanca es
Dios y que te encuentras bajo su manto y
protección, formando un centro y una unidad con Él. Afirma, mentalmente: -Formo
una unidad cósmica con el Ser Universal. Soy un centro de: luz, amor, vida,
energía, poder, abundancia, salud, bienestar, bondad, sabiduría y realización.
Ahora imagina que
la nube blanca que te envuelve forma una espiral y comienza a ponerse en
movimiento. Es la Rueda
de la vida en movimiento eterno y tu gira con ella. Imagina que eres un centro
de luz, vida y amor, energía, poder y abundancia, salud, bienestar y
equilibrio, sabiduría, fortaleza, belleza, fortaleza, templanza y realización.
(Sentimientos).
Afirma: -A partir
de ahora, en el eterno presente, permanezco consciente en la Rueda de la Vida y la luz divina ilumina,
permanentemente, mi ser y mi camino. Yo soy el caminante y el camino, a la vez,
que me conduce a Dios.
Afirma: A partir
de hoy y todos los días duermo profundamente, descanso más y mejor. Me
despierto en la mañana en plenitud de energías, con las ideas claras de lo que
debo hacer y lo hago con confianza, fe, entusiasmo y excelente organización de
mi tiempo, esfuerzos y recursos. Obtengo los mejores resultados. Mi capacidad
de estudio, trabajo y recreación aumenta cada día más. El orden y el equilibrio
perfectos se establecen en mi vida.
Ejercicios complementarios:
Ahora, proyéctate
al espacio y ubícate en una posición desde la cual puedas observar el Planeta
Tierra.
Visualiza el
Planeta Tierra rodeado por un manto de luz blanca.
Afirma: -Aquí y ahora se establece el orden divino y
la armonía cósmica en toda la humanidad. Hecho está. A partir de ahora, se desarrolla, cada día
más y mejor, el reino del amor, de la sabiduría, de la justicia divina, la
compensación, el respeto y la paz en el Planeta Tierra. Afirma: -Que los líderes
que dirigen el planeta tierra acaten el mandato divino de hacer progresar a la
humanidad y que, con la visión de los valores universales, guíen y estimulen el
desarrollo de la práctica de todas las virtudes, en todos los seres, aquí y
ahora. Hecho está-.
Visualiza a toda
la humanidad rodeada de la luz divina; en armonía, saludable, llena de amor,
sabiduría, paz y progreso creciente.
Ahora, visualiza, también, tu hogar. Imagínalo rodeado de un
círculo de luz blanca. Visualízate en compañía de los tuyos colocados
dentro de una pirámide de luz. -Si lo deseas, coloca en el vértice de la
pirámide un Círculo blanco con un signo más en el centro, en forma de Rueda,
como símbolo de de la
Fuente Energética Universal, imaginando que la luz que emana
va llenando el interior de la misma-. Ve, mentalmente, a todos los miembros de
tu familia ubicados dentro, unidos por las manos, formando un círculo en orden
descendente: padre, madre, hijo o hija mayor y así sucesivamente con los de
menor edad, nietos o nietas, etcétera, que se desee incluir. Visualiza a cada
miembro expresando su amor, afecto, perdón, apoyo, etcétera, a los demás.
Afirma: Ser
Universal, en tus manos confío mi vida. Mis guías y protectores asistidme,
protegedme y guiadme. Gracias por vuestra ayuda.
El orden divino y
la armonía cósmica se establecen, cada día mejor, entre nosotros y en este hogar.
Visualiza a cada
miembro de tu familia protegido por el Ser Universal, -dentro de la pirámide de
luz-, lleno de salud, armonía, amor, fortaleza y bienestar. Ahora afirma:
-Que el Ser Universal proteja a mi familia y a mí, para que cada día seamos más
útiles en la realización de los planes cósmicos y podamos cumplir con nuestras
misiones individuales y colectivas. Gracias, Ser Universal. Hecho está. Así es;
así sea.
Visualiza, ahora, el lugar en que
trabajas. Rodéalo por un manto de luz.
Afirma: Aquí y ahora se establece el orden
divino y la armonía cósmica. Este es un lugar de servicio, progreso, bienestar,
riqueza y abundancia. Que la divina esencia cósmica purifique el ambiente de
este negocio.
Afirma: Este negocio es del Ser Universal
y Él le protege. El orden divino se establece en él y en nosotros, y nos lleva
con éxito y seguridad a cumplir nuestra misión y objetivos. Hecho está. Así es;
así sea.
Ejercicio de visualización para la
auto-curación:
Después de
terminar el ejercicio de relajación, si deseas potenciar tu salud, efectúa lo
siguiente:
Imagina el Centro Vibratorio Universal,
fuente de toda vida, energía y luz. Visualiza un panal, en forma triangular, de
miel, quintaesencia cósmica, -la
medicina universal-; cúbrete mentalmente con ella en todo el cuerpo y si
existe una zona en particular que deseas curar, ponle una doble capa en esa
zona; ahora, observa el hermoso color dorado de la miel; huélela,
disfruta su aroma; ahora, introduce un trozo de miel en tu boca y saboréala,
siente su exquisitez y dulzura. Afirma: esto es todo lo que preciso para
reestablecer la salud perfecta de todo mi cuerpo y en especial de mi: (menciona
el órgano cuya salud estás potenciando). Termina el ejercicio dando por
hecho, mentalmente, de que ya estás en perfecto estado de salud.
Afirma:
Oh Ser Universal!, te doy las gracias por
tu luz, amor, bendición y protección que irradias hacia todos los seres-.
Termina con esta
invocación: Oh Ser Universal!, ilumina
y protege a toda la humanidad-. Así sea.
Todo va bien.
Conquista cada día más y mejores éxitos. Hecho está. Así es; así sea.
Adelante.